Después de 4 años sin poder realizar la clásica excursión a Francia a causa de la pandemia de COVID, los alumnos de Francés de 2º de Bachillerato, 1º de Bachillerato y 4º ESO han podido viajar al país vecino el pasado mes de marzo para poner en práctica su nivel de lengua francesa y visitar Biarritz y Bayona, dos bonitas ciudades emblemáticas. Previamente, todos ellos realizaron una actividad relacionada con la salida cultural en la Sala de ordenadores de Informática, visitando digitalmente esos lugares escogidos como destino, para así poder familiarizarse con el entorno a conocer.
El autobús salió del colegio a las 9.30 h., tras la clásica recogida de bocadillos en la cocina. Nos encomendamos a Nuestra Señora del Sagrado Corazón, rezando todos juntos un “Acuérdate”, nada más emprender el viaje. Llegamos a Biarritz unas tres horas después, sobre las 12.30 h. El autobús nos dejó en la puerta del Casino de Biarritz, situado en la «Gran Playa«. Y desde allí fuimos caminando por el paseo marítimo, en un entorno marinero y de surf inigualable, hasta el Museo del Mar o Acuario de Biarritz, a unos 15 minutos a pie, pasando por el «Puerto de Pescadores» y la Iglesia de Santa Eugenia. El día fue espléndido, con un sol radiante y temperaturas más que primaverales, lo que nos permitió disfrutar a todos de una comida al aire libre con unas vistas preciosas a los acantilados. En ese intervalo, antes de realizar la visita preestablecida al Museo del Mar, los alumnos de 2º de Bachillerato grabaron un vídeo en francés haciendo un resumen del viaje, y, a continuación, todo el grupo se hizo una foto en el «Monumento a la Memoria de los Caídos«. También pudimos ver la famosa «Roca de la Virgen«, una gran roca prácticamente inmersa en el mar, que está conectada a tierra por un puente de hierro de 1881, con una gran imagen de la Virgen que unos marineros erigieron en su honor al salvarles la vida.
Después de fotos y más fotos, visitamos el Museo del Mar de 14.00 a 15.30 h. El edificio, de «art déco«, está dividido en cuatro plantas y alberga miles de especies marinas. Pudimos ver más de 50 acuarios marinos, utensilios de pesca, colecciones de maquetas, galerías de cetáceos, etnografía marítima, instrumentos de navegación, documentales sobre ballenas, la gruta de las tortugas, el estanque de los tiburones, y la piscina de las focas. A la salida, realizamos las pertinentes compras de regalos de recuerdo para nuestras familias y amigos.
A la salida de Biarritz, el autobús pareció averiarse pero la pericia de David, el conductor, y algunos “Acuérdates” más, consiguieron llevarnos hasta Bayona circulando a velocidades lentas. Así que pudimos visitar la ciudad paseando tranquilamente por su zona peatonal durante una hora aproximadamente. Mereció la pena conocer la Catedral de Santa María, de estilo gótico, que alberga bonitas capillas y vidrieras, y el centro de la ciudad, repleto de pastelerías y chocolaterías, con los típicos escaparates adornados con figuras de chocolate propias de esta época de Pascua. No en vano Bayona es conocida como «la ciudad del chocolate».
Finalmente, el mecánico francés confirmó que el motor del autobús se había estropeado completamente y tuvimos que armarnos de paciencia para esperar casi tres horas más a que otro autobús viniera a buscarnos desde España.
Cansados, pero encantados con la visita, regresamos de vuelta y llegamos al Colegio a las 24.00 h. de la noche, no sin antes entonar el Himno a Torreánaz nada más avistarlo desde lejos. Una experiencia inigualable a seguir repitiendo en el futuro. AU REVOIR!!
