Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente visitan, por primera vez, Torreánaz montados en tres dromedarios que fueron la expectación y la ilusión de todos los alumnos.

En su recorrido hasta Torreánaz IV para encontrarse con los más pequeños y ofrecerles algunos presentes, sus Majestades visitaron los edificios que conforman el complejo educativo. En cada uno se encontraron con algunos miembros de la comunidad educativa con los que tuvieron la oportunidad de compartir un breve saludo, saludar a algunas personas e intercambiar con ellos unas alentadoras y espirituales palabras.

Durante todo el recorrido fueron acompañados por la casi totalidad del alumnado que, haciendo calle, los saludaban y esperaban de ellos una mirada, una sonrisa, unos caramelos. La majestuosidad de estos personajes a lomos de los míticos camellos con los que los solemos representar en nuestros belenes hizo retornar a su infancia a los mayores y llenó de estupor, inocencia y fantasía a los más pequeños.

Agradecemos a la Madre y toda la comunidad educativa el que nos ayuden a vivir la Navidad desde ese espíritu cristiano tan característico de nuestro Colegio, y a seguir poniendo ilusión en cada jornada educativa, en cada momento de nuestra historia y en cada etapa de nuestra formación. ¡Gracias de todo corazón!

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Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente visitan, por primera vez, Torreánaz montados en tres dromedarios que fueron la expectación y la ilusión de todos los alumnos.

En su recorrido hasta Torreánaz IV para encontrarse con los más pequeños y ofrecerles algunos presentes, sus Majestades visitaron los edificios que conforman el complejo educativo. En cada uno se encontraron con algunos miembros de la comunidad educativa con los que tuvieron la oportunidad de compartir un breve saludo, saludar a algunas personas e intercambiar con ellos unas alentadoras y espirituales palabras.

Durante todo el recorrido fueron acompañados por la casi totalidad del alumnado que, haciendo calle, los saludaban y esperaban de ellos una mirada, una sonrisa, unos caramelos. La majestuosidad de estos personajes a lomos de los míticos camellos con los que los solemos representar en nuestros belenes hizo retornar a su infancia a los mayores y llenó de estupor, inocencia y fantasía a los más pequeños.

Agradecemos a la Madre y toda la comunidad educativa el que nos ayuden a vivir la Navidad desde ese espíritu cristiano tan característico de nuestro Colegio, y a seguir poniendo ilusión en cada jornada educativa, en cada momento de nuestra historia y en cada etapa de nuestra formación. ¡Gracias de todo corazón!